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Beneficios del vino blanco

Aunque el consumo de vino tinto está más extendido, el vino blanco es también una de las alternativas predilectas de muchos aficionados al vino. Las bondades del primero, no obstante, tienden a ser mucho más conocidas que los beneficios del vino blanco, y es que es bien sabido que, pese a tratarse de una bebida alcohólica, el vino tinto puede aportar en positivo a nuestro organismo. Lo mismo ocurre con el vino blanco, aunque se haya desmerecido en comparación. En este artículo te explicamos cuáles son los beneficios de este tipo de vino, y si eres de los amantes de los vinos más dulces te encantará saber que también pueden tener un efecto positivo en tu organismo. ¡Vamos a ello!

Beneficios del vino blanco

Si bien en ocasiones puede llamar la atención que bebidas como el vino puedan aportar ventajas para nuestra salud, tanto el vino tinto como el vino blanco despuntan por tratarse de bebidas que, consumidas con moderación, aportan más bien que mal. Tal es el caso, como es evidente, del vino blanco. Además de ofrecer una experiencia fantástica en el paladar, sobre todo para aquellos a los que les gusta más disfrutar de un sabor más dulce, entre sus beneficios figuran:

Contribuye a perder peso

Empezamos por uno de los beneficios tal vez más desconocidos con respecto a esta bebida, y es que se trata de un buen aliado a la hora de perder peso (lo cual no quiere decir que debamos excedernos en su consumo). Esto viene dado por un estudio que llevó a cabo la Universidad alemana de Hohenheim, según el cual seguir una dieta cuyo 10% de calorías provinieran del vino blanco aceleraba la pérdida de peso. Evidentemente, es necesario combinarlo con una dieta saludable y una rutina de ejercicios.

Reduce la sensación de resaca

Se trata de una de las bebidas alcohólicas más amables con nosotros, ya que cuentan con menos componentes biológicamente activos, que son los tienden a generar la sensación de resaca al día siguiente, como pueden ser los licores más fuertes como el coñac, el ron o el whisky, incluso en comparación con el vino tinto. Además, ayuda a reducir las náuseas, de modo que incorporar una copa de vino blanco en nuestras salidas podría ayudarnos a sobrellevar la mañana siguiente.

Previene el cáncer

Tal vez el punto más fuerte de este tipo de bebidas, y es que cuenta con una alta concentración de antioxidantes y flavonoides, elementos imprescindibles para incrementar la protección de las células. Esto deriva en que el cáncer no pueda avanzar, especialmente el de mama o el de colon. No quiere decir esto que sea imposible padecer cáncer si se consume vino blanco con regularidad y moderación, pero sí reduce el riesgo de contraerlo.

Previene enfermedades del corazón

Al igual que el vino tinto, uno de los principales beneficios del vino blanco es su protección frente a enfermedades cardiovasculares, pues reduce la coagulación de la sangre. Asimismo, se trata de una buena alternativa para las personas diabéticas, pues decrece el riesgo cardiometabólico de las personas que padecen esta enfermedad. Como ves, todo ventajas. 

Mejora el descanso

Por si fuera poco, una aplicación de la que podemos obtener beneficio a corto plazo es que mejora nuestros ciclos de descanso y la conciliación del sueño. Esto se debe a que el vino blanco, si se consume una copa por la noche, reducirá el riesgo de interrupciones en el sueño, y podrá ayudar a aumentar las horas de sueño profundo, facilitando así un descanso más efectivo.

Mejora la salud pulmonar

El vino blanco cuenta con una gran concentración de resveratrol, lo que ayuda a prevenir el desarrollo de enfermedades de naturaleza pulmonar y, además, mejoran la salud general de los pulmones. Se trata de un beneficio casi exclusivo del vino blanco, pues es una ventaja que no comparte con el vino tinto, en tanto que, de hecho, es el único vino que ayuda a evitar problemas relacionados con los pulmones.

Protege el cerebro

Por último, aunque no por ello menos importante, uno de los claros beneficios del vino blanco es que ayuda a proteger el cerebro. El vino blanco cuenta con ácido fenólico, lo que contribuye a prevenir enfermedades de carácter neurodegenerativo, como puede ser el Alzheimer o la demencia. Por norma general, y para este fin, se recomienda consumir tres copas de vino blanco a la semana. Como ves, se trata de una bebida con múltiples ventajas para nuestra salud, pero la clave siempre radica en la moderación de su consumo.

Con qué maridar el vino blanco

Aunque consumir una copa de vino blanco es tentativo y no es necesario acompañarlo siempre de comidas, es innegable que regar una deliciosa cena con una copa de vino blanco es una alternativa aún mejor, si cabe. No obstante, no todo el mundo tiene claro con qué puede maridar el vino blanco, sobre todo teniendo en cuenta que el vino tinto tiene muchos más adeptos. Si eres un aficionado a este tipo de bebida, no obstante, estos son algunos trucos para conseguir un maridaje adecuado que te haga descubrir nuevas tonalidades en su sabor:

  • Con pescado. Un clásico entre los clásicos, seguramente has oído en más de una ocasión que el vino blanco se debe maridar con pescado. El vino tinto también puede ser una buena opción dependiendo del tipo de pescado y de su preparación, pero el vino blanco supone una apuesta segura si hablamos de este tipo de platos.
  • Carne de pollo. De nuevo, el vino tinto suele ser la opción predilecta para acompañar esta carne, sin embargo hay determinadas cocciones o recetas que van mejor acompañadas de un vino blanco, como es el caso de los platos de pollo aderezados con muchas especias o con limón.
  • Marisco. En la misma línea que el pescado, el marisco es una de las opciones favoritas de muchos aficionados al vino para optar por el vino blanco en lugar de por el tinto. Esto se debe a que es este tipo de bebida la que permite destacar especialmente el sabor del mar. 

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